jueves, 19 de diciembre de 2013

MIKE Y EL CUADRO MÁGICO


En este relato, nuestro compañero Alejandro de 1º A, nos cuenta una historia misteriosa alrededor del famoso cuadro de Vincent van Gogh, La habitación de Arlés. Enhorabuena a Alejandro, le deseamos que siga escribiendo con tanta creatividad.

Érase una vez un chico joven llamado Mike al que le encantaba ir a diferentes museos. Un día fue a un museo a ver cuadros famosos.
Ese día encontró un cuadro de Van Gogh, La habitación de Arlés, que es su cuadro y artista favorito. Nada más ver el cuadro, ¡¡zas!! Mike fue absorbido, se sintió extrañado y a la misma vez emocionado ya que ahí fue donde vivió su artista favorito. Estaba nervioso porque no sabía cuándo iba a salir y de pronto ¡zas!, pero esta vez hacia fuera. Y pensó:

- Si he podido entrar en este cuadro, ¿podré entrar en otro?

Y ¡zas! otra vez. Cuando salió decidió ir a llamar a unos amigos. Cuando salieron corriendo para que el cuadro no los absorbiera ¡poom! se chocaron con él, el guarda les regañó mucho ya que rompieron un trozo de la esquina del cuadro, pero lo que nadie sabía era que Mike se quedó atrapado porque el cuadro se rompió. Los amigos gritaron:

- ¡¡¡Mike!!! - y se escuchó de fondo una voz muy floja:

- Chicos, ayudadme, socorro.

Todos se asutaron mucho, llamaron a reparar el cuadro para que pudiera salir pero no encontraban el otro pedazo de esquina, así que se quedó atrapado durante unas semanas. Después, cuando nadie sabía nada de él apareció en su casa, los padres se alegraron mucho ya que su hijo volvió y preguntaron:

- ¿Dónde estabas, hijo? -  Y él les ignoró y se fue de nuevo al museo, entró en otro cuadro y en éste se quedó atrapado para siempre. Por allí pasaba un hombre mayor que le dijo a sus amigos:

- No le podéis decir por qué está allí dentro del cuadro. Está allí por su adicción a la pintura.

Años después apareció en su casa, cuando ya tenía 24 años y quiso ser pintor y lo consiguió: pudo ser lo que él deseaba. Se casó con una mujer rubia y vivieron felices, él ganaba dinero y al igual que lo ganaba, lo gastaba, hasta que se quedó sin dinero, lo despidieron y fue a entrar en el cuadro que lo había dejado atrapado y pensó:

- Ya no me vas a dejar atrapado porque ya se cómo salir-. Aunque él no sabía cómo salir, entró como si nada. Al rato, la mujer lo buscaba con los padres, hermanos, primos, abuelos e hijos.

Y allí se quedó en aquel cuadro, donde nadie sabía nada de él, no había rastro suyo y seguían buscando sin parar hasta que no pudieron más. Aunque los familiares de Mike estaban apenados y preocupados, él no podía hacer nada para remediarlo. Y así, Mike quedó atrapado en aquel cuadro.

ALEJANDRO. 1º A

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