Hacia el final de la gala de los Oscars, la presentadora, Ellen DeGeneres, se rodeó de este grupo de personas famosas, le dio un teléfono móvil a Bradley Cooper y, juntas, el grupo de caras que más entradas de cine ha vendido en las últimas décadas participó en el acto más cotidiano, actual y moderno: el selfie.
La foto hecha a uno mismo con teléfono móvil para publicación inmediata
en redes sociales. Ellen DeGeneres escribió un mensaje ("Ojalá el brazo
de Bradley fuera más largo. ¡La mejor foto de la historia!") y lo tuiteó.
El 'selfie' más importante hasta la fecha se hizo con una pequeña
tragedia: esa mujer de azul oscuro a la derecha es Liza Minelli,
porfiándose un hueco que jamás consiguió en la foto.
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Intentos de Liza Minelli de salir en la foto |
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No hicieron falta ni cinco horas para que esa imagen hiciera historia y para que esa historia hubiera devenido en mito. En media hora, el tuit había sido compartido 779.295 veces; más que el publicado por Obama tras su victoria en 2012 y hasta ahora más popular de la historia. En una hora, superaba el millón de retuits. Al terminar la ceremonia, llevaba dos. No se había visto nada parecido antes en la historia.
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Resultado final del selfie |
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