En el Concurso de relatos organizado por el departamento de Lengua Española el ganador de 1º de ESO ha sido Daniel de 1º A. Te invitamos a que leas su relato y lo disfrutes.
Muchas felicidades, Daniel y disfruta de tu premio.
Lo despertaron los tenues rayos de sol que entraban por la ventana, se desperezó lentamente y recordó la noche anterior. Había sido una velada de muchas y grandes emociones, se produjeron encuentros esperados pero también encuentros inesperados. ¡Había miembros de su familia de los que ni siquiera había oído hablar nunca!
Todo el mundo estaba muy contento pues quedaban dos días para Nochevieja. Pedro, que así se llamaba el protagonista, bajó a desayunar. Había tortitas ¡para comenzar el buen día de hoy en España! Desayunó y salió calle abajo en dirección al parque con su hermana, Alicia y su bicicleta. Por el camino paró a llamar a sus amigos pero estaban todos durmiendo, pues estaban agotados de la tradicional fiesta anterior a la Nochevieja. Al no haber nadie con quién jugar, se fueron al parque solos. Allí encontraron un regalo. No sabían de quién era, por lo que fueron por las casas preguntando una a una si el regalo perdido y misterioso era suyo. Nadie sabía de quién era. Pensaron que lo mejor sería que lo guardaran ellos hasta que apareciera su dueño. Pasaron los días, era Nochevieja. estuvieron cenando con la familia y a la mañana siguiente... ¡no había regalos!
Estaban muy preocupados y decidieron abrir el regalo que tenían de hace varios días, ¡era una bola mágica!
En esa bola se veía el trineo de Papá Noel estrellándose en la nieve.
Pedro y Alicia decidieron ayudar a Papá Noel y salvar la Navidad y en ese momento se acordaron de que su tío, Pepito, era piloto y tenía un avión a reacción. Como era de esperar, Pedro y Alicia le pidieron por favor a su tío que los llevara al Polo Norte y éste, como era tonto, aceptó. Los niños saltaron en el paracaídas y veían el fuego del trineo. Los chicos aterrizaron son su paracaídas y le preguntaron a Papá Noel qué estaba pasando. Éste señaló a una montaña en la que se veía a un hombre mutante con una cabeza de asno; él quería destruir la Navidad. Con el enfado de Pedro, Papá Noel y Alicia hicieron un rayo navideño especial que lo convirtió en asno de nuevo. Sólo quedaba una cosa, repartir todos los regalos a tiempo, pero el trineo estaba destruido. En ese momento salió Pepito en su super avión y finalmente repartieron todos a gran velocidad y, allí, delante de su chimenea, estaban todos sus regalos, de parte de Papá Noel. ¡Feliz Navidad!
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